Salud Social
La salud social es tener relaciones saludables con amigos, familiares y la comunidad, y tener interés o preocupación por los demás.
Los preadolescentes, naturalmente, comienzan a alejarse de la familia a medida que sus compañeros se vuelvan más importantes. Sin embargo, todavía están aprendiendo cómo interactuar con los demás y su apoyo y aliento pueden enseñarles formas saludables de construir relaciones. Permita que practique sus habilidades sociales maduras, luego aliéntelo gentilmente sobre lo que salió bien y cómo podría mejorar. Tener un buen marco de cómo tener relaciones sanas con sus compañeros y adultos puede prepararlos para el éxito por toda la vida.
Conexión
Participación familiar
Pasar tiempo junto con la familia es clave para ayudar a los preadolescentes a desarrollar la salud social. El compromiso familiar es diferente para cada familia. Estas son algunas cosas que puede incorporar a su rutina:/p>
- Tiempo para conversar. Incluso 10 minutos al día pueden recorrer mucho camino.
- Mirar televisión o películas juntos y pasar tiempo en línea con su hijo.
- Aprender sobre sus pasatiempos y pedirles que le enseñen más.
- Desconectarse como familia y hacer algo juntos. Salir a la calle o jugar un juego.
Establezca límites claros y cumpla con esas expectativas. Si bien nunca es divertido "ser el malo", el niño lo apreciará. Involúcrelo (cuando sea apropiado) en establecer las reglas y consecuencias familiares.
Relaciones saludables
Los adultos pueden ayudar a los preadolescentes a desarrollar habilidades modelando y hablando sobre cómo es una relación saludable. Las relaciones saludables requieren trabajo, pero ayudar a un adolescente a aprender lo que son las buenas relaciones es una lección que puede durar toda la vida.
Es importante recordar que, si bien los adultos tienen años de experiencia en la navegación de relaciones (amistosas, profesionales o románticas), este es un territorio nuevo para los preadolescentes. Hable sobre sus propias experiencias; comparta tanto éxitos como fracasos para ayudar al niño a apreciar lo difíciles que pueden ser las relaciones. Asegúrese de resaltar cómo manejó el final de las relaciones pasadas.
Las relaciones sanas comparten ciertas características que los adolescentes deben aprender. Incluyen:
- Respeto mutuo
- Confianza
- Honestidad
- Compromiso
- Individualidad
- Buena comunicación
- Control de la ira
- Justicia
- Resolución de problemas
- Comprensión
- Confianza en sí mismo
- Modelar con ejemplo
Las relaciones poco saludables están marcadas por características como la falta de respeto y el control. Es importante que los jóvenes sean capaces de reconocer los signos de las relaciones no saludables, antes de que escalen. Ayude al niño a practicar cómo tener conversaciones difíciles en casa.
Habilidades
Piense en sus propias interacciones sociales durante un día. Se necesita mucha habilidad para navegar el contacto familiar, con compañeros de trabajo y los extraños. Estas habilidades se refieren a menudo como “habilidades sociales”. Son las herramientas que una persona necesita para poder comunicarse, aprender, satisfacer sus necesidades de manera saludable, hacer amigos, mantenerse seguro y desarrollar relaciones saludables. A medida que tienen nuevas experiencias de vida, los preadolescentes necesitan recordatorios sobre qué habilidades sociales deben usar o desarrollar. Permita el fracaso y capacítelos sobre cómo resolver problemas enfocándose en sus habilidades independientes. Desarrollar estas habilidades llevará tiempo y práctica; sin embargo, puede ser un modelo ejemplar para el niño.
Fomente la comunicación y el contacto cara a cara con el niño. Esto lo ayudará a desarrollar habilidades para reconocer los modales de las personas, generar confianza en situaciones sociales y ayudar a proporcionar una conexión entre sus compañeros y otros.
Estos son algunos consejos para la comunicación cara a cara. En un mundo digital, el niño preadolescente puede necesitar ser entrenado específicamente en estas habilidades.
- Escuchar activamente. Prestar atención a lo que dice la otra persona, reconocer lo que dice y responderle ayuda a mantener las conversaciones.
- Dar tiempo a la persona con la que está. Limite las distracciones como su teléfono o dispositivo y quítese los audífonos.
- Practicar el contacto visual apropiado cuando se comunica con los demás.
- Practique interrumpir y no estar de acuerdo con los demás con cortesía. Esta es una habilidad importante para todos.
Las habilidades se desarrollan comúnmente cuando un adolescente tiene la oportunidad de relacionarse con otros, a través de actividades que disfrutan. Anime a los preadolescentes a participar en artes, música, deportes, clubes u otros pasatiempos para practicar la interacción con otros preadolescentes.
Una forma de combinar la salud emocional y social es compartir sentimientos con los demás. Intente usar declaraciones como: "Siento __(emoción)__ cuando _(acción específica)__ porque __(efecto)__".
Iniciación de la conversación
A veces, comenzar una conversación con un adolescente puede parecer imposible. Estos son algunos consejos sobre cómo comenzar una conversación.
- Manténgalo informal.
- Piense en el momento. Inmediatamente después de la escuela o un evento puede no ser el momento adecuado. Considere diferentes opciones para comenzar una conversación como a la hora de comer, en el auto o a la hora de acostarse.
- Siéntase cómodo con el silencio. Dando tiempo al niño para responder, a veces permite una mejor conversación.
Si le resulta difícil obtener una respuesta de no más que una palabra, intente algunas de estas preguntas o cualquier otra pregunta abierta.
- ¿Cómo fue hoy en una escala de 1 a 10, siendo 1 terrible y 10 excelente? ¿Qué lo hizo así?
- ¿Cuál fue el punto más alto y el punto más bajo de tu día?
- Cuéntame las buenas noticias y las malas noticias de tu día.
- ¿Qué pensamiento o sentimiento tuviste hoy?
- ¿Qué aprendiste hoy?
- ¿Qué pasó hoy que no esperabas?
- ¿Cuál es una nueva experiencia que tuviste esta semana?
- ¿Qué es algo que has hecho recientemente de lo que estás orgulloso?
- ¿Cómo has ayudado a alguien recientemente?
- ¿Cómo te ha ayudado alguien recientemente?
- ¿Hay algo que esperas en estos días?
- ¿Qué es lo que más te gusta de la escuela? ¿Qué es lo que menos te gusta de la escuela?
- Si su hijo parece preocupado: "Me pregunto en qué está pensando. ¿Estarías dispuesto a hablarme sobre eso?
Puede ser frustrante cuando el niño no se comunica. Sea paciente y siga intentándolo. Los datos de investigación demuestran que, aunque este es un momento en que los preadolescentes comienzan a alejarse, todavía quieren y necesitan su atención y aprobación. Ser abierto, empático y sin prejuicios probablemente conducirá a un mejor resultado. Mire este cuadro y vea si cambiar la forma en que habla con el niño genera una respuesta diferente.
Intente decir / hacer esto:
- Dime...
- Describe…
- ¿Como fue eso?
- ¿Cómo podrías hacerlo de manera diferente en el futuro?
- Usar humor (cuando sea apropiado)
- Recordar que está bien fracasar
- Nombrar y preguntar sobre los sentimientos: "¿Te sientes asustado?"
- ¿Cuáles son tus preguntas?
Evite decir / hacer esto:
- ejar de llorar o estar molesto
- ¿Por qué hiciste ...?
- ¿Qué sucede contigo?
- ¿Nunca escuchas?
- ¡Te dije que esto sucedería!
- No niegue sus experiencias ni reemplace su experiencia con la suya: "Cuando eso me sucedió, lo superé".
- Evite poner sus sentimientos en su hijo: "Apuesto a que te enojarás si no pasas esta prueba".